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Welcoem to posts!!

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Católico Conoce tu Fe
Posted 1 week ago

EL CONTENIDO BASURA NO ES CATÓLICO NI EVANGELIZADOR

Esta plataforma, lamentablemente, se ha convertido en no pocos casos en un espacio donde el cinismo y la impunidad prosperan, permitiendo que, incluso con la complicidad tácita de ciertos sectores de la audiencia, se difundan contenidos y formatos que distan del ejemplo que nos dejó Jesús. Esto no sólo representa un peligro espiritual para quienes producen y consumen este tipo de material, sino también para aquellos que, con ingenuidad o falta de discernimiento, caen en la trampa de discursos manipuladores que justifican su consumo. En muchos casos, bajo la bandera de un supuesto “celo”, se encubre un mensaje cargado de maldad y violencia, disfrazado de defensa o "crítica legítima" al anti catolicismo de redes.

Este fenómeno no es inocuo, pues afecta profundamente a quienes, con sinceros deseos de crecer en su fe, acuden a la plataforma en busca de contenido edificante. Lo que deberían encontrar como una oportunidad de formación y encuentro con Dios, se transforma en un campo de batalla donde el ego, la notoriedad y el ansia de poder reemplazan el respeto, la caridad y la verdad.

No estamos a salvo de quienes, bajo una apariencia de erudición e inocencia, buscan confundir y dividir. La plataforma no es una excepción a esta dinámica. Por eso, es necesario ofrecer una reflexión profunda que brinde herramientas para el discernimiento y la identificación de estos contenidos nocivos. Quien se presenta como defensor de la fe pero promueve la discordia y el escándalo, actúa más como un mercenario que como un verdadero evangelizador. En lugar de guiar hacia Cristo, orienta hacia la confrontación y la división. Termina siendo un lobo con piel de oveja.

Todo esto acontece bajo un modus operandi específico. En efecto, la polarización que se ha fomentado entre católicos y evangélicos mediante formatos, supuestamente, apologéticos ha servido (y lo sigue haciendo) para atraer audiencia de manera fácil, cosechando suscriptores, "likes", y horas de visualización. Los títulos provocativos y controversiales son un cebo eficaz para quienes buscan notoriedad rápida, sin escrúpulos por los daños espirituales y relacionales que causan. En estos casos, el objetivo no es defender la verdad, sino evitar ser desenmascarado cuando sus malas intenciones quedan expuestas. Toda su energía se destina a preservar su imagen pública, con métodos marrulleros y engañosos. Acá en Argentina, a esto le llamamos proceder de “chanta”, alguien que embauca sin remordimiento.

La polarización jamás será una búsqueda legítima de la verdad, sino un fenómeno que recuerda más a las divisiones políticas. Donde se crean bandos extremos, y las facciones más radicales luchan por ganar protagonismo dentro de sus respectivos grupos. Así, la discusión sobre temas de fe queda reducida a una pugna de egos y poder, sin genuina intención de construir un diálogo enriquecedor ni buscar el bien común. El contenido se convierte en un "arma" y no en un "puente". Lo más preocupante es que esta dinámica crea un círculo vicioso en el que el polemista cautiva y alimenta a un público que termina siendo tan tóxico como el formato que consume.

El mayor escándalo radica en que todo esto se hace bajo el estandarte cristiano, como si seguir a Jesús y defender su Iglesia justificara cualquier medio, incluso los más cuestionables. Yo pregunto ¿Cómo puede alguien considerarse defensor de la verdad cristiana si recurre a la mentira, el desprestigio y la manipulación? La fe no es un escenario para lucir conocimientos ni para acumular influencia social. Evangelizar implica un testimonio sincero de vida que refleje la misericordia de Dios y la humildad de Cristo.

El apóstol Pablo nos exhorta a hablar "la verdad en el amor" (Efesios 4,15), y no existe mayor contradicción que utilizar la fe como un instrumento para la confrontación violenta o la búsqueda de fama. En lugar de edificar la Iglesia, estos contenidos erosionan su unidad y alejan a las almas que buscan a Dios. El verdadero evangelizador es aquel que tiene el corazón puesto en Cristo, no en los algoritmos; que busca salvar, no condenar; y que entiende que el propósito último no es la victoria en la discusión, sino la conversión del corazón.

Este contexto nos plantea un desafío muy grande: necesitamos discernir cuidadosamente el contenido que consumimos. No todo lo que lleva una etiqueta cristiana refleja el evangelio. La responsabilidad recae tanto en los creadores de contenido como en los espectadores, pues cada uno de nosotros es llamado a distinguir entre el trigo y la cizaña. En un mundo digital saturado de ruido, es fundamental buscar la voz del Buen Pastor, aquella que trae paz y esperanza, no división y resentimiento.

Si realmente deseamos crecer en la fe y contribuir a la edificación de la Iglesia, debemos aprender a mirar más allá de las apariencias, indagar hasta donde nos sea lícito las posibles y verdaderas intenciones detrás de los mensajes que consumimos, eligiendo conscientemente el contenido que alimente nuestra alma. Como cristianos, estamos llamados a ser luz en medio de las tinieblas y a ofrecer al mundo un testimonio coherente y auténtico de nuestra fe.

Evangelizar no es una cuestión de ganar debates, sino de ganar corazones. Que cada contenido que consumamos o produzcamos sea una oportunidad para sembrar amor, verdad y esperanza en un mundo que tanto lo necesita.

Se les quiere en el Amor de Cristo

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Católico Conoce tu Fe
Posted 2 weeks ago

La agenda detrás de la creación del mote "hiper papalismo"

Podríamos decir que el término hiper papalismo surge con una necesidad: mantener creíble una determinada narrativa ideológica. En efecto, este concepto es utilizado por algunos grupos católicos "conservadores" para referirse a una actitud o postura dentro de la Iglesia católica que otorgaría una obediencia absoluta e incondicional al Papa, más allá de lo que, en su opinión, sería el papel legítimo del Pontífice según la doctrina "tradicional de la Iglesia". Estos grupos consideran que esta postura tiende a magnificar, a exagerar la autoridad papal a niveles que no concuerdan con las enseñanzas históricas de la Iglesia, especialmente cuando el Papa emite opiniones en áreas no doctrinales o pastorales.

Desde esta perspectiva, los defensores de este concepto critican a los católicos que adoptan lo que perciben como una "sumisión excesiva" a la figura papal, especialmente en situaciones donde el Romano Pontífice parece apartarse de las posiciones tradicionales de la Iglesia en temas como la moral sexual, la doctrina, la política, etc. Este "hiper papalismo" es visto por estos grupos como una deformación del auténtico respeto y fidelidad al Papa, distorsionando el equilibrio entre la autoridad papal y las enseñanzas doctrinales permanentes.

Los elementos clave de esta narrativa ideológica incluyen:

Una exaltación excesiva de la autoridad papal, pues el hiper papalismo es percibido como una sobredimensión del poder del Papa, donde cualquier declaración o acción del Pontífice, incluso fuera del ámbito dogmático, es tratada como incuestionable.

Una reacción ante ciertas posturas del Papa actual, ya que dicho término suele emplearse en respuesta a la percepción de que algunos católicos apoyarían "acríticamente" posturas de Francisco en temas que estos grupos ven como alejadas de la doctrina tradicional. Ejemplos: el ecologismo, la migración, y ciertas interpretaciones de la moral sexual.

Temor a un relativismo teológico, dado que para estos grupos, el hiper papalismo amenaza con diluir la claridad. Y esto, porque perciben que ciertos gestos o declaraciones de su Santidad Francisco podrían ser vistos como una apertura al relativismo moral o teológico.

Ahora bien, la crítica al "hiper papalismo" por parte de los grupos católicos "neo conservadores" puede interpretarse como un reflejo de la propia fragilidad de su postura ideológica, la cual, aunque se presenta como opuesta al progresismo teológico, cultural y político, termina reproduciendo las mismas estrategias que condena. El concepto mismo de "hiper papalismo" revela un intento de etiquetar y descalificar a quienes no concuerdan con su visión, utilizando un término que genera división en lugar de fomentar un diálogo auténtico y constructivo. Esto es comparable a términos como "homofóbico" o "machista" en ciertos discursos del feminismo extremo, que buscan no sólo desacreditar, sino también silenciar a los disidentes.

Al igual que las ideologías progresistas que critican, estos grupos conservadores recurren a la creación de etiquetas simplificadoras que no sólo buscan deslegitimar a sus oponentes, sino también evitar la discusión profunda y el matiz. La etiqueta "hiper papalismo" es útil porque, acuñando este término, evitan la necesidad de entablar una discusión rigurosa sobre las razones por las cuales algunos fieles optan por una obediencia realmente católica al Papa. En lugar de interactuar con las bases doctrinales, recurren a la reducción simplista.

De igual modo que términos como "homofóbico", "racista" o "fascista" en ciertos ámbitos progresistas, "hiper papalismo" funciona para desacreditar moralmente a los oponentes, asignándoles una etiqueta despectiva que presupone una postura irracional o extrema. Así, no se responde al argumento, sino que se descalifica al interlocutor.

Por otro lado, no debemos descartar que quizá el trasfondo psicológico de estas posturas conservadoras revele un perfil narcisista, entendido en el sentido neurótico, no psicopático. El narcisismo en estos contextos puede manifestarse como una búsqueda de sentirse únicos o especiales por su supuesta defensa de la “auténtica” fe católica. Este rasgo se refleja en una suerte de auto-idealización, pues estos grupos tienden a ver su postura como la única válida, considerándose guardianes de la "verdadera" doctrina, mientras que aquellos que no comparten su perspectiva (ya sea el Papa o los católicos, según ellos, "más progres") son vistos como desviados o traidores. Esta necesidad de ser los "elegidos" que mantienen la pureza doctrinal es indicativa de una autoimagen grandiosa.

Otra característica podría ser el que tengan una hipersensibilidad a la crítica, por mínima que esta sea. En efecto, al igual que en el narcisismo neurótico, donde cualquier amenaza a la imagen propia es percibida como un ataque personal, estos grupos responden de manera defensiva a cualquier diferencia de opinión. La crítica o desacuerdo con su postura es visto como un ataque directo a su identidad y su misión como defensores de la tradición.

Otra cosa de la que hablado, largamente, en varios vivos: el pensamiento dicotómico o polarizado también es fundamental en estos movimientos. La realidad es percibida en términos de blanco y negro, con poco o ningún espacio para los matices. En el contexto del "hiper papalismo", podría traducirse en una postura de “todo o nada”. O se está, completamente, de acuerdo con sus interpretaciones de la doctrina católica, o se es parte de una desviación peligrosa, ya sea “hiper papalista” o progresista. Esta visión polarizada refleja una incapacidad para integrar la complejidad y la diversidad dentro de la Iglesia, que históricamente ha sido una institución rica en matices y corrientes teológicas.

Otro rasgo que se puede percibir es una cierta necesidad de enemigos, puesto que al pensar de manera dicotómica, siempre debe haber un "otro" contra el cual definirse. En este caso, los "hiper papalistas" se convierten en el enemigo interno, al igual que los progresistas "culturales", feministas o secularistas lo son en el ámbito externo. Este mecanismo es similar al de otros movimientos ideológicos que dependen de la existencia de una amenaza para justificar su propia identidad y lucha.

Pero a pesar de su oposición abierta al progresismo, estos grupos "conservadores" comparten varias características con los movimientos radicales que critican. Como por ejemplo, la construcción de un lenguaje exclusivo. Tanto los conservadores como los progresistas radicales construyen términos y conceptos que sirven para separar a los "puros" de los "desviados" dentro de sus propios movimientos. Así como los progresistas radicales emplean términos como "homofóbico" o "patriarcal" para identificar y excluir a quienes no comparten sus ideales, los conservadores con el concepto de "hiper papalismo" buscan descalificar a aquellos que siguen al Papa con genuina cercanía o confianza.

Podemos ver también que comparten una actitud similar de reacción ante la autoridad. Así como ciertos sectores progresistas desafían las estructuras tradicionales de autoridad, estos grupos conservadores, paradójicamente, adoptan una postura de resistencia hacia el Papa cuando sienten que sus enseñanzas no coinciden con su interpretación de la doctrina. En ambos casos, hay una tensión entre el respeto a la autoridad y la necesidad de moldearla según su propia visión.

En resumen, el concepto de "hiper papalismo" y las actitudes que lo acompañan no sólo reflejan una respuesta reactiva a las corrientes teológicas contemporáneas, sino también un trasfondo psicológico y metodológico que, aunque se presenta como opuesto al progresismo radical, termina compartiendo su misma dinámica de etiquetamiento, pensamiento polarizado y auto-exaltación.

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Católico Conoce tu Fe
Posted 2 weeks ago

Una de las acusaciones más injustas que los pseudo apologistas católicos hacen al cristianismo evangélico, defensor de los principios de Sola Scriptura y el libre examen, es tildarlo de relativista. Debido a las diferencias, discrepancias e incluso confrontaciones que surgen en su amplio y complejo ámbito teológico-doctrinal, no dudan en acusar a los evangélicos de sostener una "verdad" basada en la pura subjetividad individual. Nada más alejado de la realidad.

Para entender con claridad esta acusación errónea, es necesario comprender qué es el relativismo. Este enfoque gnoseológico particular sostiene que la verdad de cualquier interpretación no depende de la cosa o realidad en sí, sino del sujeto que la percibe. En otras palabras, el relativismo toma como criterio de verdad la psicología del sujeto, no la adecuación de su intelecto a la realidad objetiva.

Sin embargo, desde Lutero y la fractura del cristianismo en Occidente, el problema nunca ha sido el relativismo. Al contrario, Lutero y los demás reformadores denunciaron lo que consideraban una desviación de la Iglesia romana respecto al verdadero sentido de la Palabra de Dios y el mensaje de Jesucristo. Las cinco solas, desarrolladas y consolidadas posteriormente, son una prueba de esta aspiración. Aunque el catolicismo romano discrepe en puntos esenciales con el cristianismo evangélico, no puede ignorar mucho menos negar que la ruptura y el rechazo, desde las intenciones y postulados de los primeros reformadores hasta el presente, se fundamenta en la creencia de que sus doctrinas y prácticas son conformes a la Palabra de Dios.

Acusar de relativista el principio de Sola Scriptura y el libre examen implica un desconocimiento de su verdadero significado. Se confunde libre examen con "examen arbitrario", como si cada protestante intentara adaptar el texto bíblico a sus prejuicios personales. Esto sería suponer que cada protestante dijera: "La verdad de este texto no depende del texto, sino de lo que a mí se me antoje".

Partiendo de la aclaración de que el cristianismo evangélico no es relativista, sino que busca en la Sola Scriptura una verdad objetiva que trasciende los caprichos del sujeto, resulta esencial profundizar en las implicaciones más amplias de esta distinción. El principio de libre examen, lejos de ser un llamado al caos interpretativo, es en realidad una afirmación de la dignidad de la conciencia individual frente a cualquier autoridad que pretenda sustituir a la Palabra de Dios. Este principio se funda en la confianza de que la verdad divina, aunque compleja, puede ser conocida a través de un ejercicio serio y honesto de la razón iluminada por el Espíritu Santo.

Si bien las diversas interpretaciones y denominaciones dentro del cristianismo evangélico podrían parecer una fragmentación, esta diversidad no implica que la verdad se convierta en una cuestión meramente subjetiva. Al contrario, cada comunidad, en su esfuerzo por interpretar las Escrituras, hace un intento genuino de captar la verdad objetiva que subyace en el texto. La riqueza de interpretaciones no es un signo de relativismo, sino un testimonio de la vastedad y profundidad de la verdad revelada, que no puede ser agotada por una única tradición o visión.

En este sentido, la verdadera cuestión no es si los evangélicos caen en el relativismo, sino cómo el diálogo entre las distintas tradiciones cristianas —católicas y protestantes— puede enriquecerse mutuamente en la búsqueda de esa misma verdad. La diferencia, lejos de ser una amenaza, puede ser un espacio para el discernimiento conjunto. Así como los Padres de la Iglesia debatían apasionadamente sobre el misterio de Dios sin caer en el escepticismo o la subjetividad, así también hoy el cristianismo debe aprender a vivir con una pluralidad que no traicione la verdad, sino que la profundice.

A medida que la fe cristiana se enfrenta a los desafíos del relativismo contemporáneo, tanto católicos como evangélicos deben reconocer que la verdad no es una construcción humana, sino un don divino que trasciende nuestras limitaciones. El relativismo, en su forma más peligrosa, no es el producto de las diferencias confesionales, sino del abandono de la idea de que existe una verdad última a la que todos estamos llamados a conformarnos. En este contexto, tanto el magisterio de la Iglesia como el libre examen protestante deben ser vistos como intentos honestos, desde perspectivas de hecho dispares, pero que intentan o tienen la real intención de salvaguardar esa verdad contra el subjetivismo reinante.

Finalmente, la acusación de relativismo hecha a los evangélicos revela, en última instancia, una incomprensión más profunda: la incapacidad de reconocer que la búsqueda sincera de la verdad, incluso desde caminos diferentes, es una forma de honrar la misma Verdad que es Cristo. Si la unidad en la fe es posible, no será negando las diferencias, sino abrazando el misterio de una verdad que nos supera a todos, pero que nos llama a caminar juntos en la humildad y el respeto. En lugar de seguir perpetuando las acusaciones, tal vez sea hora de redescubrir en la pluralidad cristiana un eco de la inagotable riqueza de la revelación divina.

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Católico Conoce tu Fe
Posted 3 weeks ago

Estimados hermanos que siguen nuestro canal:

Es importante reconocer que, en el diálogo crítico, especialmente en el contexto de la apologética católica, nuestras observaciones no deben ser interpretadas como un ataque personal. Al señalar ciertas actitudes o enfoques que consideramos problemáticos, lo hacemos con el propósito de generar una reflexión constructiva, no para señalar o denigrar a individuos. Todos estamos en un proceso de crecimiento y maduración espiritual e intelectual, y los errores no deben ser motivo de vergüenza, sino oportunidades para el aprendizaje y la mejora.

La autocrítica es una herramienta valiosa cuando se ejerce en un espíritu de humildad, con el deseo genuino de contribuir al bien común de la audiencia. Por eso, al emitir una crítica sobre ciertos formatos o enfoques, nuestro objetivo no es simplemente exponer fallos, sino abrir un espacio para proponer valores que conduzcan a una apologética más auténtica, respetuosa y efectiva.

Debemos recordar que nuestras críticas se dirigen a las actitudes, las formas y los métodos, no a las personas. El fin último no es señalar el error como una condena, sino promover actitudes que edifiquen y lleven a un mejor servicio a la verdad y al bien común.

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Católico Conoce tu Fe
Posted 3 weeks ago

Si te encuentras explorando posturas cercanas al "lefebvrismo", te invitamos a leer la Carta de Su Santidad San Pablo VI a Mons. Lefebvre, del 16 de octubre de 1976. Esta carta es un testimonio clave de San Pablo VI, donde responde con claridad y profundidad a las tensiones generadas por la desobediencia de Lefebvre. Si alguna vez has sentido dudas sobre la auténtica obediencia a la Iglesia o el sentido del Concilio Vaticano II, este texto te sorprenderá. ¿Qué respondió el Papa ante la ruptura con la unidad eclesial? ¡Descúbrelo!

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Católico Conoce tu Fe
Posted 3 weeks ago

📢 ¡Recomendación imperdible! 🎥

Quiero invitarlos a reflexionar sobre el video de Reisner ‪@LupoDiGubbioMX‬ titulado "La Apologética Católica, una reflexión". Este contenido es una excelente muestra de cómo se puede defender y profundizar en nuestra fe, resaltando de manera clara el sentido sobrenatural de obediencia que debemos tener hacia el Santo Padre Francisco. 🙏

Es fundamental apoyar a quienes nos ayudan a entender que la apologética no es sólo una defensa intelectual, sino también una vivencia de fidelidad al Magisterio y unidad con la Iglesia. 👏 Si aún no lo han visto, ¡no se lo pierdan!

Dejen sus comentarios y compartamos ideas sobre este enfoque tan necesario en nuestros tiempos. 💬

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Católico Conoce tu Fe
Posted 4 weeks ago

Para quienes sienten honesta repulsión hacia el papado, pero estén dispuestos a escuchar, sepan que en realidad para los católicos éste no es cuestión de un poder ejercido despoticamente, sino de un servicio profundo al Evangelio. Creemos (no contra nadie) que Cristo, al confiar a Pedro la misión de guiar, estableció un faro de unidad y verdad, no para dominar, sino para cuidar sirviendo. Quienes sinceramente piensan que el papado es opuesto a la libertad cristiana, quizás no han reflexionado desde otra perspectiva. Para los católicos la verdadera libertad no es hacer lo que se quiere, sino caminar en la verdad que nos lleva a la vida plena. El Papa es un siervo de esa verdad: siervo de siervos de Dios.

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Católico Conoce tu Fe
Posted 1 month ago

La verdadera batalla no es contra el pecado que vemos en el mundo, sino contra el que silenciosamente habita en nosotros. La paciencia en esa lucha es el camino hacia una conversión auténtica. El mayor desafío no es vencer al mundo, sino a uno mismo. La lucha contra el propio pecado es diaria, pero en cada caída está la oportunidad de levantarse más fuerte, con paciencia y confianza en la misericordia de Dios.

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Católico Conoce tu Fe
Posted 1 month ago

La paz no es la ausencia de conflicto, sino la presencia de Dios en medio de nuestras luchas. Buscar la paz es caminar hacia la verdadera libertad interior.

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Católico Conoce tu Fe
Posted 1 month ago

A pedido de un estimado amigo, Patricio Hernández comparto para todos los nacionalistas que siguen mi contenido y los que deseen un diplomado sobre lo que se describe a continuación. Bendiciones para todos. Que la Paz de Jesús esté siempre con ustedes y sus familias

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