Breve historia del galpòn de Mingo
En un frio invierno de 2005 me entero que se reune gente a escuchar tango en un galpòn cerca de mi casa, para ser mas exacto, sobre la calle Simbròn y Pasaje NACIONES UNIDAS, allì todos eran recibidos con la sonrisa bonachona y generosa de Domingo DiSanzo (Mingo), un ser especial que era ingeniero mecànico y bandoneonista, y que hacìa unos 8 años perdiò dos dedos de su mano derecha manipulando una màquina en su taller; imaginen un amante del bandoneòn en esa condiciòn de inferioridad que lo sumio en una gran depresiòn.
Afortunadamente luego de unos años a sugerencia de un vecino a quien conocìa y que fue primer bandoneòn de la orquesta de Carlos Di Sarli, y no era otro que don Fèlix Verdi que vivìa a pocas cuadras, yo mismo lo encontrè varias mañanas soleadas paseando por Av. lope de Vega, bien, don Fèlix lo alentò y ayudò a reeducar para tocar sin esos dos dedos vitales para tan complejo instrumento en el cual al tocar no se ven los botones y hay