¿Tiene depresión? ¿Controlado por su ira? ¿Pensando en suicidarse? ¿No sabe criar a sus hijos? ¿Ha tratado de dejar un mal hábito, pero sin éxito?
En un mundo de preguntas, hay respuestas. Muchos pagan una gran cantidad de dinero para visitar a un psicólogo o consejero secular para resolver sus problemas y contestar sus preguntas. Toman pastillas, intentan subir su auto-estima, y un sin numero de remedios. Al no ver el cambio deseado, se desesperan aún más. En agonia, como el rey Salomón, gritan, "Vanidad de vanidades; todo es vanidad."
Creemos firmemente que Dios, "nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad" (2 Pd. 1:3). Por medio de nuestro Salvador Jesucristo, y por el poder del Espíritu Santo, quien es nuestro Consolador, estamos confiados que los hombres pueden recibir la ayuda necesaria.
Atte. Lic. Kevin Taylor