A los 15 años empecé a perder audición y el mundo se me apagó. La tristeza, la incertidumbre y ansiedad fueron creciendo.
Un día mi vida dió un giro y volví a sonreír como nunca. En todo este tiempo, recorrí un largo camino que hoy quiero compartir con vos.
Comparto experiencias, reflexiones, sentimientos y aprendizajes que tuve como paciente (y persona) relacionados a mi hipoacusia (escuchar menos).