Marietan: No nos referiremos aquí al psicópata violador, al asesino, o al secuestrador, sino a aquel que está entre nosotros, el psicópata cotidiano, que puede ser un jefe, como los jefes psicópatas, causantes del mobbing o acoso laboral, que son los que se engarritan con uno de sus empleados y realmente ejercen toda esa psicopatía. Un psicópata siempre necesita una víctima, una persona o un grupo de personas donde descargar su psicopatía. Hay psicópatas que son líderes muy efectivos, que encauzan a las personas siempre sobre sus objetivos. El psicópata trabaja siempre para sí mismo. A veces coincide que lo que él pretende lograr, y a su vez, favorece al grupo, pero es un efecto colateral, no es el efecto tan buscado por él, no es algo solidario. El psicópata, movido por sus necesidades especiales, cosifica a las personas y elige a las que le son de particular utilidad y establecen relaciones con ellas.