"He bebido del chorro cándido de la fuente.
Traigo los labios frescos y la cara mojada.
Mi boca hoy tiene toda la estupenda dulzura
de una rosa jugosa, nueva y recién cortada.
El cielo ostenta limpidez de diamante.
Estoy ebria de tarde, de viento y primavera.
¿No sientes en mis trenzas olor a trigo ondeante?
¿No me hallas hoy flexible como una enredadera?
Elástica de gozo como un gamo he corrido
por todos los ceñudos senderos de la sierra.
¡Ah, qué inmensa fatiga me derriba en la grama
Y abate en tus rodillas mi cabeza morena..."