“El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes”, dice Jorge Valdano, campeón del mundo con Argentina en 1986.
Un deporte que fue capaz -con Drogba como interlocutor-, de generar una tregua en la guerra civil Costa de Marfil; de unir al pueblo venezolano durante la Copa América del 2011 tras una polarización política que creó roces difíciles de superar; o las celebraciones de 9 millones de holandeses en las calles (60% de la población de ese momento) cuando su selección venció a Alemania en Hamburgo durante una noche de verano de 1988 por 2 a 1, con Rinus Michels acuñando la frase “el fútbol es la guerra”.