Muchos estamos rompiendo el hábito de complacer a los demás.

Estamos rompiendo ciclos de silencio, pasividad, codependencia y complacencia que se han pasado de generación en generación en nuestras familias.

A veces, ser quien rompe el ciclo en tu familia puede sentirse muy solitario. A veces, eres el único que se atreve a hablar de los problemas que nadie más quiere mencionar. Y a veces, te hacen sentir como si fueras tú el problema, solo por decir la verdad.

Poner límites obliga a los demás a enfrentar la disfunción familiar. Si no están listos para hacerlo, pueden protegerse a sí mismos o a la familia, haciéndote ver a ti como el problema.

Ser señalado por reconocer los problemas de tu familia, como la disfunción, la adicción, la codependencia o la negligencia, puede ser muy difícil y solitario.

Si estás en ese camino, recuerda que no estás solo. Hay miles de personas recorriéndolo contigo ahora mismo.

Si ERES TÚ, deja un comentario ⁠— nos encantaría saber de ti y apoyarte en este camino.

Aunque tu familia no entienda o acepte tus límites, puedes sentirte orgulloso de que, al romper este ciclo, estás creando una vida mejor para ti y tus futuros hijos.

PARA NADA nos podemos olvidar de agradecer las herencias, regalos y conocimiento ancestral que nos ha sido confiado.

Y, con mucho AMOR, El ciclo termina contigo, y eso es algo increíblemente valioso.


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