Cómo que no…

Nuestro entorno laboral ha sido por excelencia el espacio del “Como que no”.

Cómo que no sentimos miedo,
como que no sentimos inseguridad,
como que no sentimos tristeza o frustración,
como que no necesitamos ayuda,
como que no tenemos dudas de hacia dónde ir y qué hacer en cierto momento,
como que no decimos que no,
como que no se vale decir no sé,
como que no puedo decir algo distinto a lo que los demás esperan que diga,
como que no puedo hacer algo distinto a lo que los demás esperan que haga.

¿Te suena familiar esta retórica?, ¿Qué otros como que no, te han tocado a ti?

Parece absurdo, pero es tan real, así hemos ido y seguimos construyendo y reforzando la historia del "como que no".

Y más aún, cuando somos líderes. De hecho, uno de los mayores retos al ser líderes, no siempre tiene que ver con la perspectiva estratégica o la visión de futuro, tiene que ver con esta coraza personal que alguna vez aprendimos y hoy nos exigen tener, la del "como que no".

Que termina siendo, si no la principal, una gran causa del fracaso y la deserción laboral, y peor aún, del quiebre personal.

Así que te invito a unirnos para detener y romper esta creencia y narrativa tan tóxica en las organizaciones.

No tengamos miedo de impulsar, reforzar y modelar espacios de vulnerabilidad personal, de autenticidad y de congruencia.

Esto finalmente contribuirá a generar espacios de trabajo más saludables, más conscientes y más felices.

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