El desafío de transmutar la técnica en lenguaje
“No existe conocimiento fuera de cualquier código” Ítalo Calvino. Ahora bien, toda obra artística, sea antigua o moderna, figurativa o abstracta es una IMAGEN, por lo tanto, tiene una ESTRUCTURA, un esqueleto compositivo que le permite al observador percibirla. Para que este fenómeno se concrete el observador y el ejecutor (mosaiquista) tienen que compartir los códigos que pondrán en marcha los estímulos y mecanismos visuales.
A qué nos referimos con el concepto de lenguaje? El lenguaje es un sistema de comunicación estructurado a partir de códigos que nos permiten organizar un mensaje, que será percibido por otro individuo que comparte dicho código; esto se denomina contexto (idioma, dialectos, elección de colores, símbolos etc.). Estos códigos deberán tener un “orden” o sea una sintaxis y obviamente una semántica la que nos permitirá poder asociar el “significado”.
La libertad y apropiación de estos códigos nos facilitará la transmutación de la técnica en lenguaje.
Por definición el Mosaico es una técnica pictórica de carácter artístico que nos permite recrear figuraciones y abstracciones entre otras. Partiendo de esta base las leyes y códigos de la estructuración de la imagen son compatibles con el macrocosmos de todas las técnicas que componen las artes plásticas. Realizada esta introducción vamos a intentar visualizar cual sería el camino más adecuado a trasformar la técnica del mosaico en lenguaje del mosaico. Hemos aprendido el mosaico desde la repetición sistemática de ejercitaciones que nos han permitido adquirir destrezas para manejarnos libremente con el material, las herramientas y el soporte, sin olvidarnos del tomado de juntas. También la aplicación concreta de cada uno de ellos sin olvidarnos de su historia, uso y trascendencia…esto se denomina TÉCNICA.
La persona que es capaz de manejar juiciosamente una técnica tiene un oficio y por lo tanto es un virtuoso artesano… pero no es un artista.
La obra de arte es un relato perfecto (imagen) donde todos los códigos con los que cuenta el artista gracias a su bagaje profesional, le permiten estructurar con su estilo un mensaje visual.
Es necesario para lograr ese preciado traspaso un coraje intelectual, sensibilidad y muchas horas de trabajo riguroso para intentar una y otra y otra y otra vez logar una “obra artística” que demuestre que ha sido capaz de adueñarse de la técnica para transformarla en un lenguaje artístico.
El proceso creativo, suele ser la etapa más larga y frustrante que enfrenta un artista para gestar una obra, porque implica capitalizar todos los códigos en una idea que luego se transformará en un boceto, garabato o texto conceptual. Y a partir de la organización de las herramientas visuales realizará una IMAGEN cuyo mensaje sea inapelable, desde el punto de vista técnico, e inolvidable desde el punto de vista estético. Lorena Faiad / 2022. #artistamam #ellenguajevisualenelmosaico #tallerdemosaicolorenafaiad