Las hojas de la monstera Adansonii son, sin duda, su característica más visible. Y, de hecho, es lo que marca la diferencia con respecto a su hermana mayor, la monstera deliciosa. La monstera que conocemos presenta un dibujo similar a un costillar en el borde de sus hojas. Un diseño natural que hace que parezca una hoja dentada. A este dibujo le acompañan, en ocasiones, agujeros longitudinales a lo largo de sus hojas.

En el caso de la monstera Adansonii, estos agujeros son su principal rasgo. A diferencia de la deliciosa, las hojas de la monstera Adansonii son regulares en su forma. También en forma de corazón son más redondeadas y alargadas que las de su hermana mayor. La auténtica peculiaridad radica en la superficie. Sus hojas están perforadas de manera natural y es, en realidad, lo que hacen de ella una rareza la mar de atractiva.

En algunas zonas, recibe el nombre de «planta de queso suizo» por este dibujo de sus hojas. Y son precisamente ellos los que nos indican si la planta está siendo cuidada como necesita. Si los característicos agujeros no aparecen sobre sus hojas, puede deberse a tres factores. O falta de luz, de agua o exceso de frío. Nada como depurar, de uno en uno, los errores para disfrutar de su belleza.

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