Ave Fenix resurge de sus cenizas.
El Fénix es un símbolo que nos habla de una transformación, y de cómo el proceso de la misma requiere la previa destrucción completa de nuestro anterior yo, para el resurgimiento de un yo nuevo, más enérgico y poderoso.
Requiere tener el coraje de enfrentar nuestras propias tinieblas transitar nuestro infierno personal para conocernos profundamente en luces y sombras, integrarnos a nosotros mismos, quemar en la llama sagrada transmutadora lo que nos ata a la ilusión de un pasado protector y renacer de esas cenizas como seres renovados, íntegros, sabios
Sin esta transformación, sólo podemos envejecer y hundirnos en la mediocridad de la mera persistencia esperando una suerte de intervención divina que nos salve de nuestro dolor...
Hay un antes y un después de esta muerte simbólica:
El "antes" se caracteriza por el agotamiento de las posibilidades, el ocaso y la crisis existencial. En el "después" todo se renueva, se torna joven y vivo.
Por eso el Ave Fénix representa la transmutación alquímica cuyo fin es la regeneración del humano para rescatarse a sí mismo llevándolo al estado trascendente de identificación con la divinidad.
El ser que actué como un fénix estará destinado a vencer cualquier obstáculo que se presente por que cada que se caiga podrá volverse a levantar y siempre con la experiencia aprendida de ese error y asi superar en el futuro cualquier problema