“Fuego, hambre, pestes, muerte repite la campana justiciera que se acerca al mundo, más aun el mundo no escucha ni ve. Viene la tiniebla del dragón que pareció dormido. Viene el terror del oso que fingió amor y hermandad. Viene el demócrata humilde que no lo fue nunca, y viene con él la pobreza, el sin albergue y con ellos todas las explosiones de la disgregación. Viene la oscuridad y luego ¡La luz del Sud! ¡Y la cruz!”. Benjamín Solari Parravicini
“Fuego, hambre, pestes, muerte repite la campana justiciera que se acerca al mundo, más aun el mundo no escucha ni ve. Viene la tiniebla del dragón que pareció dormido. Viene el terror del oso que fingió amor y hermandad. Viene el demócrata humilde que no lo fue nunca, y viene con él la pobreza, el sin albergue y con ellos todas las explosiones de la disgregación. Viene la oscuridad y luego ¡La luz del Sud! ¡Y la cruz!”. Benjamín Solari Parravicini