“El mar no pertenece a los déspotas. En su superficie los hombres podrán aplicar leyes injustas, reñir, destrozarse unos a otros y dejarse llevar por disputas eternas. Ah señor, en el fondo de las aguas. Ahí sólo existe la independencia. Ahí no reconozco voz de amo alguno. Sólo ahí soy libre.”